La verdad sobre las obligaciones fiscales de una sociedad limitada
No son más que las que son, tampoco tanto
La verdad sobre las obligaciones fiscales de una sociedad limitada en funcionamiento, en el caso de una pyme o mejor de una microempresa, es que son más fáciles de cumplir de lo que parece, y aunque parece complicado, podrás hacerlo con muy pocos conocimientos fiscales y contables.
Lo más habitual es tener que presentar trimestralmente la declaración del IVA y la de retenciones del IRPF. Después, en enero, el resumen anual del IVA y de las retenciones del IRPF. Logicamente si no retienes nunca a nadie, no tienes que presentar los modelos correspondientes a las retenciones.

Lo mismo pasa con los alquileres, ya que si eres un inquilino que retienes parte de la renta que pagas por el alquiler al casero, tendrás que ingresarla trimestralmente y después hacer un resumen anual.
Si operas desde tu casa o inmueble propio y no tienes empleados ni colaboradores, solo tienes que hacer el IVA trimestral. Es muy sencillo.
Y en Julio el Impuesto de Sociedades referido al año anterior.
Bueno, alguna más, pero no mucho más
Si has facturado o te han facturado más de 3.005,06 (menudo numerito) de un mismo proveedor o a un mismo cliente debes presentar una declaración en febrero, logicamente del año siguiente al que corresponda. Si se trata de una microempresa rara vez tendrás que presentar este modelo, que es solo informativo.
La verdad sobre las obligaciones fiscales de una pyme es que se trata de un proceso sencillo
Como ves no son tantos los modelos, ni las obligaciones.
Es tan sencillo que incluso podrías anotar cada factura recibida y emitida en una hoja de Excel y hacer los totales y unos sencillos cálculos y con eso ya podrías presentar los impuestos.
Sucede que hacienda obliga a cualquier empresa a tener un listado de las facturas recibidas y emitidas, los libros registro de IVA. Un listado sujeto a un formato especifico y detallado. El listado debe estar a disposición de hacienda junto con la declaración trimestral y realizarlo en Excel, aunque no es muy dificil, es un poco trabajoso y además hay que tener cuidado de no equivocarse con los numerosos datos identificativos, nombre, nif, fecha, etc.
Parecido sucede con las retenciones que hay que llevarlas ordenadas y además con el fin de que sea sencillo la confección del resumen anual, que se presenta en enero, como ya hemos mencionado.
Algo más complejo es el impuesto de sociedades, pues además de tener que indicar la base imponible final de los beneficios o pérdidas, el impreso de presentación nos pide que hagamos un desglose detallado de esa base imposible, desglosando y agrupando las ventas y los gastos en diferentes partidas.
Hacer el Impuesto de Sociedades apoyándonos solo en Excel o mediante una calculadora, realmente solo es posible si se trata de un ejercicio sin apenas movimientos.
Otras obligaciones
Como hemos visto, la verdad sobre las obligaciones fiscales de una sociedad limitada es que no son tantas, pero al margen de las fiscales las sociedades tienen otras obligaciones que en algunos casos acarrean sanciones, de ahí su obligatoriedad.
Y un poco por orden de obligatoriedad, atendiendo a las sanciones previstas, están las obligaciones para con el registro mercantil, pues anualmente hay que presentar las cuentas anuales, formadas por balances y cuenta de resultados y otros documentos. Esta presentación sigue unos modelos bien definidos y muy parecidos a los del impreso de Impuesto de Sociedades, por lo que cuando confeccionemos uno, prácticamente tendremos hecho el otro, y además ambos son por la misma fecha, julio.
Por lo que esta obligación mercantil, que se añade a las fiscales, no añade realmente nuevas complicaciones.
Adicionalmente, el código de comercio establece otras obligaciones que realmente son muy de sentido común, como es la obligación de disponer de libros de contabilidad en los que se necesariamente deben sustentarse las demás obligaciones fiscales y mercantiles.
Libros de contabilidad como el libro diario, donde se tienen cronológicamente los asientos contables que acontecen en la empresa, el libro mayor, que no es otra cosa que la agrupación de los asientos contables agrupados por cuenta, los balances y cuenta de resultados. Son el conjunto de libros que sustentan la operativa de la empresa y el soporte para el resto de las obligaciones, resaltando la tributaria, por la importancia que tiene en nuestros días.
Hacer todo esto a mano, como se hacía antiguamente, es un proceso laborioso y delicado, por lo que lo mejor es utilizar un programa de contabilidad que te ayude. Ahorraras mucho tiempo.
Cuando recibas un requerimiento de hacienda, debes de disponer de los libros contables que sustenten tus declaraciones de impuestos.
A mano o a máquina
Para todo esto no hace falta nada especialmente sofisticado. Recurrir a programas complejos pensados para grandes empresas, para los que además tienes que pagar una cuota mensual por su utilización me parece una solución exagerada, es como matar pulgas a cañonazos. Es complicarse la vida y pagar por lo que no necesitas.
Ya hemos visto que Excel es muy valioso para nuestra organización en general y “casi” nos valdría, pero no nos proporciona, automáticamente, los listados oficiales imprescindibles, por lo que es una solución incompleta.
Este es el planteamiento de *CLV* Cuenta Lógica Visual, un programa que partiendo de la utilización de Excel para tu contabilidad, chequea que este todo bien y te proporciona los listados oficiales necesarios. Nada más. Nada menos. Adiós complicaciones.